Rufino "Made to Measure".


Las temperaturas otoñales ya están aquí y cada rayo de sol que se deja asomar perezoso hay que aprovecharlo. Una de las cosas que más se echan de menos en invierno son las tertulias en las terrazas, tomando una copa con buena compañía, viendo atardecer y disfrutando de una buena conversación. Estos últimos días hemos tenido varias tardes veraniegas, así que no me extrañó que una de ellas Rufino me llamase para salir a tomar una copa y ponernos al día de nuestros planes para el invierno. Fuimos a The Roof, una de las terraza de moda en Madrid. Desde donde además se puede disfrutar de una de las mejores panorámicas de la ciudad.


The Roof, Hotel ME Reina Victoria. (Plaza Santa Ana, Madrid)



Yo pido un mojito de fresas, el un Negroni, me cuenta que es un cóctel que en su familia gusta mucho, y que él lo bebe desde joven. Sabe como me gusta que me cuente historias y anécdotas de él y de su familia así que continua contándome que el cóctel nació en Florencia y que su creador fué el conde Camilo Negroni, de ahí su nombre. El conde asistía como cada noche al Café Casoni, punto de reunión en los años 20 de la aristocracia florentina. Cansado de beber siempre lo mismo, una mezcla de vermut y bitter llamado Bevanda, el conde le pidió al barman que le añadiese un poco de ginebra, bebida que descubrió en uno de sus viajes a Londres. Le añadió hielo y una rodaja de naranja y así nació El Negroni.


Coctel Negroni.



Me explica, que aunque parezca sencillo, preparar un buen Negroni no es fácil. El hielo que debe de llevar ha de ser en "piedras", nunca picado ni molido porque no debe aguarse. Y de la naranja solo hay que añadir la cascara, ya que la pulpa lo estropearía. Y que las partes de cada ingrediente han de ser siempre iguales.

                                                                Receta Coctel Negroni. 

                                                                1/3 parte de Vermut Rojo.
                                                                1/3 parte de Campari.
                                                                1/3 parte de Ginebra.
                                                          
   Las bebidas han de estar muy frias. Se sirve todo en un vaso old fashion, añadir 3 cubitos de hielo grandes (piedras)  y una rodaja de cascara de naranja.
                                               



Coctel Negroni.



Donde más le gusta tomarlo es precisamente en Florencia en el Café Rivoire y me confiesa que le encantan los cócteles que tengan que servirse en vasos old fashion (de whisky), y que probablemente sea porque, cuando era crío, uno de los momentos que mas le gustaba era cuando antes de irse a dormir, pasaba por la biblioteca y disfrutaba de alguna historia que su abuelo le contaba. Se acomodaban los dos en el sofá y miraba a su abuelo como sujetaba con una de sus grandes manos su vaso de whisky mientras le escuchaba relatar sus aventuras. Nos reímos porque confiesa que se quedaba dormido mucho antes de que su abuelo terminara la historia.


Caffé Rivoire en La Plazza della Signoria. (Florencia)

Seguimos charlando y riendo, me dice que se marcha a Nueva York, antes de que entre el frio y no se pueda estar en la gran manzana. Pero antes irá de compras para renovar su armario de invierno. Le pido que me diga donde le gusta comprar mas y me dice sin dudar Italia pero que últimamente Inglaterra le gusta mucho, acaba diciendo que Italia para el verano e Inglaterra para el invierno, es tremendo.
En Inglaterra dice que le encanta ir a las sastrerías de Savile Row en el barrio de Mayfair, donde se creó el primer smoking y donde no entienden de tallas, solo de medidas, ya que aquí todo se hace a mano no se escucha el sonido de ninguna maquina industrial. Esta calle londinense conocida también como "the golden mile of tailoring" (la milla de oro de la satreria), está llena de historia, grandes nombres de la sastrería masculina abrieron aquí sus tiendas. Las tiendas están ubicadas en preciosas casas del siglo XVIII y en algunas puedes ver desde la calle a los sastre cosiendo.




Interior de una de las tiendas de Savile Row.



Savile Row. ( Londres)










El primero de ellos en abrir sus tienda en Savile Row  fué Henry Poole, a este diseñador de uniformes militares le cambió la vida cuando en 1865 el príncipe de Gales le encargó el diseño de una chaqueta para sus cenas informales en la campiña donde fumaba y bebia con sus amistades hasta altas horas de la madrugada. Poole creó el smoking. Un financiero que pasaba el verano en la casa de verano del príncipe le encargó al sastre una chaqueta igual, la llevó de vuelta a Nueva York y asistió a un club de caballeros con ella puesta y rápidamente se puso de moda en la ciudad. La marca se hizo mundialmente conocida. Su tienda esta situada en el Nº 5 de la famosa calle.



Taller de Poole en Savile Row.  1944.

Henry Poole en el Nº 5 de Savile Row.

En el Nº 14 se encuentra Hardy Amies, la sastrería a la que Isabel II recién coronada reina de Inglaterra en 1952 le encargó confeccionar su armario diurno. El sastre pensó que recién salidos de una guerra mundial el vestuario de tan real clienta no debía de ser muy ostentoso o lujoso para no enojar al pueblo, así que utilizó telas y técnicas de la sastreria masculina para el encargo, dando lugar a ese estilo campestre - británico que sigue luciendo hoy en día Isabel II.




Hardy Amies en el Nº 14 de Savile Row.


En Italia le gusta ir a Brioni  la sastrería con mas de 65 años de historia ubicada en la via Veneto en Roma. Viste a los hombres mas elegantes, importantes y poderosos desde hace décadas. La joya de la casa es el Vanquish II.  A Rufino le gusta el acabado de sus trajes a medida, los materiales utilizados, lo finos y ligeros que son.. -¿sabias que son tan exquisitos en todo lo que hacen que hasta el forro de sus trajes es un conjunto de hilos de pelo de cabra, camello y caballo?, me comenta Rufino. ¿Y que uno de sus clientes mas fieles fue John Wayne? le respondo yo.


Nazareno Fonticoli con John Wayne.



Tienda Brioni.



Brioni.


En la via del Babuino, 130 en Roma también está Kiton.  Me cuenta que tiene varios trajes de esta sastrería de origen napolitano que viste tanto a aristócratas como a los actores mas elegantes, pero me dice que su próximo capricho será precisamente un K-50. Este traje se llama así precisamente por las 50 horas de trabajo artesanal que el sastre invierte en confeccionar solamente la chaqueta del traje.


El K-50 de Kiton.


 El consejero delegado de la firma Antonio de Matteis (Nápoles 1964) nos cuenta que el momento mas delicado de la creación del K-50 es el ensamblaje de los hombros con las mangas, "El resultado es un hombro natural y flexible, un tanto redondeado, como si fuera el de una camisa. Es lo que técnicamente se conoce como hombro napolitano y permite gran libertad de movimientos. Además, la chaqueta puede ir doblada en una maleta y no sufrir arrugas ni deformidades", relata De Matteis. En cuanto a la tela hay donde elegir entre el hilo, la seda, la fibra de bambu, la vicuña, el cashmere o una de sus finísimas lanas de entre 14 y 13, 2 micras de grosor.


Trajes de Kiton.
 

Y  ¿por que se llaman Kiton? - le pregunto a Rufino. Su nombre es una adaptación de chitone, las túnicas que los antiguos griegos usaban para sus oraciones, me aclara Rufino.


Publicidad de Kiton.


 

Unos cuantos negronis y mojitos mas tarde nos despedimos, quedando en vernos antes de viajar a Nueva York, quien sabe puede de coincidamos. Mientras tanto si están pensando en encargar un traje a medida espero que esta guía les haya ayudado y gustado. Hasta la próxima Rufino y a todos ustedes.





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